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¡Preocúpate menos y duerme más! Pon el día a descansar


Mano sostiene bolígrafo y escribe en diario
Escribir las preocupaciones del día en diario ayuda a relajar la mente y dormir mejor.

En este post:


¿Los problemas te producen insomnio?


A menudo, todos nos enfrentamos a situaciones importantes que requieren de nuestra atención.


Si tenemos algún problema que resolver o muchas tareas que realizar al día siguiente, nuestra mente necesita dedicar tiempo para meditar sobre ello, para evaluar posibles acciones y anticipar sus consecuencias; para organizar o decidir los próximos pasos a seguir. Es la forma que tiene nuestra mente de encontrar soluciones y de superar dificultades.


El problema aparece cuando el tiempo que dedicamos a valorar y resolver esas situaciones, lo restamos de nuestras horas de sueño.


En esas ocasiones el estrés y las preocupaciones no te permiten dormir bien. Puede ser que tardes mucho en dormirte, que tengas varios despertares durante la noche y te cueste volver a conciliar el sueño, o que te despiertes demasiado pronto por la mañana.


En cualquiera de estos casos, el no descansar bien durante la noche, además de el insomnio o las dificultades nocturnas de no poder dormir el número de horas de calidad necesarias, el preocuparse durante las horas en que deberías estar durmiendo, conlleva otras consecuencias diurnas, como pueden ser la fatiga o malestar, problemas de atención, concentración o memoria, alteraciones del estado de ánimo, falta de motivación, dificultades en el ámbito laboral, social, familiar, académico, tendencia a cometer errores, etc.​


Estas consecuencias diurnas, a su vez influyen en nuestras emociones y capacidad de valorar los retos y encontrar soluciones. En definitiva, si hemos tenido un sueño de mala cada día nos cuesta más ver el lado positivo y encontrar la solución más adecuada o tomar una decisión, por lo que de noche volvemos a preocuparnos, a dar vueltas a los problemas en la cabeza y a no poder dormir…es un pez que se muerde la cola.


¿Cómo resolvemos el círculo vicioso "preocupaciones - insomnio - preocupaciones"?


Este círculo vicioso se puede trabajar a través de técnicas de psicología y coaching. Estas técnicas desempeñan un papel fundamental en la mejora del estrés y las preocupaciones, brindando herramientas y enfoques efectivos para manejar y superar estos desafíos.


Mediante terapias cognitivas, conductuales y emocionales, se trabaja en la modificación de patrones de pensamiento y comportamiento negativos, promoviendo una visión más saludable y adaptativa de las situaciones estresantes.

Por otro lado, el coaching se enfoca en el crecimiento personal y profesional, proporcionando un apoyo motivacional y orientación práctica para superar los desafíos. Los coaches ayudan a identificar los factores que contribuyen al estrés y las preocupaciones, y guían a sus clientes a establecer metas claras y alcanzables.


A través de técnicas de establecimiento de objetivos, planificación y seguimiento, el coaching fomenta la adquisición de habilidades de afrontamiento efectivas y la construcción de resiliencia.

En conjunto, la psicología y el coaching ofrecen un enfoque integral para la mejora del estrés y las preocupaciones. Al combinar la comprensión profunda de los aspectos psicológicos con el apoyo activo y la guía práctica, estas disciplinas brindan herramientas valiosas para gestionar el estrés, promover el bienestar emocional y alcanzar un mayor equilibrio en la vida.


En esta ocasión vamos a describir una técnica, ampliamente utilizada, para poner las problemas del día a descansar y que así, las preocupaciones no te quiten el sueño.


Como verás a continuación, se trata de una técnica muy sencilla, pero también muy eficaz, si la repites cada día, siguiendo las siguientes indicaciones.



Técnica: Pon el Día a Descansar


Veamos en qué consiste la técnica de Poner el Día a Descansar:

  1. Reserva 20 minutos, alrededor de la misma hora temprano cada noche. Por ejemplo, sobre la hora cenar, puede ser un buen momento. Siéntate en un lugar tranquilo con un bolígrafo y papel.

  2. Escribe lo que ha sucedido durante el día y cómo te ha hecho sentir. Escribe, tanto los aspectos positivos como los negativos.

  3. Piensa en lo que tienes que hacer o las soluciones que necesitas encontrar para los aspectos importantes y escríbelo a modo de lista de tareas pendientes, incluyendo los pasos específicos para hacer aquellas que sean más complicadas o impliquen llevar a cabo varias subtareas.

  4. Revisa tus planes al día siguiente en tu calendario o agenda y haz una lista de las cosas que tienes que hacer tanto positivas como negativas. También escribe cualquier cosa que pienses que puede aparecer, aunque no tengas la seguridad de ello.

  5. Cuando termines, deberías sentirte más en control y con la tranquilidad de que estás dedicando el tiempo y los recursos a gestionar lo que es importante en tu vida en este momento.

  6. Al ir a la cama, piensa que ya has dedicado tiempo a la gestión de los problemas y tareas pendientes y mañana ya tienes una cita contigo mismo a la misma hora para seguir tratando esos temas, por tanto no necesitas dedicarles tiempo en la cama, si reaparecen en tu mente. Sin embargo, si surgen nuevos pensamientos, puedes escribirlos en un papel en tu mesilla de noche, para tratarlos al día siguiente.

Si sigues los pasos todos los días, podrás poner tus preocupaciones en reposo y así también tú podrás descansar.


Realiza la técnica cada día, durante 21 días seguidos para interiorizar la técnica. Más adelante, podrás recurrir a él siempre que lo necesites.


Si realizas esta técnica cada día, observarás como las preocupaciones se van a descansar permitiendo que tú también lo hagas. Una buena opción es incluir la técnica en tu rutina de desconexión, cada noche.



ADVERTENCIA

Este blog y su contenido tiene fines exclusivamente informativos, no pretende sustituir, el asesoramiento, la opinión especializada, el diagnóstico ni el tratamiento médico o psicológico profesional. Consulta siempre a tu profesional médico antes de realizar cambios en tu dieta, rutina de ejercicios, prescripciones médicas, estilo de vida y/o atención de salud mental. No sigas los consejos de los contenidos de este blog, si tu problema de sueño es causa o relación directa de un problema físico o psicológico mayor. En ese caso, es recomendable que primero abordes estos aspectos con tu profesional médico.




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